Sí, soy de izquierdas
Por Raúl Liaño Garallar, portavoz de IU
Torrelavega
Es algo que tuve claro hace ya bastantes años. Estudiar la historia, la filosofía, las ciencias sociales; por un lado; y las experiencias vitales, familiares, y más tarde el mundo laboral; por otro; te hacen tomar conciencia de la realidad que nos rodea y te lleva a pensar en las cosas que deben cambiar para mejorar la vida de las personas, y sobre todo, en las fórmulas e ideas para cambiarlas.
Pasados los años tengo claro que hay realidades y conceptos que por clásicos que sean, siguen teniendo plena vigencia. Es más, incluso algunos se pueden decir que son de plena actualidad. Si, ya sé que hablar de lucha de clases es algo que a mucha gente le suena al siglo XIX. Te suelen mirar con cara rara, e incluso puede que alguno se cachondee de ti por ello. Lo mismo te puede pasar si hablas de Memoria Histórica, de fascismo y crímenes fascistas, de República, de laicidad, de derechos de la mujer,…
Y es que durante muchos años en este país los medios oficiales del régimen, tanto el del dictador asesino como la pseudodemocracia que vivimos, se han encargado de demonizar y/o hacer que cayeran en el olvido aquellos términos que les resultaban incómodos o que consideraban peligrosos para el mantenimiento del statu quo. Al mismos tiempo acuñaban nuevos términos, como la “clase media”, tan usada en los últimos años y donde cabíamos prácticamente todos.
Algo que siempre me ha gustado del movimiento político y social al que pertenezco es que siempre hemos tenido claro donde estamos, y siempre nos hemos posicionado sin ambigüedades, sin hacer cálculos electoralistas. Nunca hemos esquivado ningún debate en asuntos controvertidos para una parte importante de la sociedad.
Nos definimos de izquierdas porque estamos con los más desfavorecidos y oprimidos por una desigualdad social injusta que no es fruto de la casualidad.
Somos inconformistas y luchamos contra toda clase de injusticias.
Creemos imprescindible la redistribución de la riqueza.
Defendemos la gestión pública de servicios fundamentales para la sociedad, como la Educación, que debe de garantizar la igualdad de oportunidades para nuestros hijos, independientemente del nivel de renta que tengan sus padres, y la Sanidad porque consideramos que no se puede mercantilizar nuestra salud. También consideramos imprescindible que determinados sectores estratégicos; como la Energía, la Banca o las Telecomunicaciones; sean controlados por el Estado, para garantizar que estén al servicio de todos los ciudadanos y no para enriquecerse unos pocos.
Somos Republicanos porque el sistema monárquico es antidemocrático y se sustenta en un poder económico cacique y corrupto y, entre otras cosas, porque fue la forma de Gobierno elegida democráticamente y derrocada por un golpe de estado.
Exigimos una Ley de Memoria Histórica que de verdad y de una vez por todas haga Justicia con los cientos de miles de víctimas de la dictadura que de manera flagrante y vergonzosa siguen sin ser reconocidas.
Somos laicos porque consideramos que ninguna religión debe de tener ningún privilegio sobre otras, y sobre todo ninguna confesión puede tener influencia en la vida social y política del país.
Y no podemos ni queremos olvidarnos de la lucha por la igualdad efectiva de hombres y mujeres, del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, del derecho de autodeterminación de los pueblos, de la riqueza que aporta la interculturalidad multirracial, de seguir exigiendo Justicia para el pueblo saharaui abandonado por los diferentes gobiernos de España ante los abusos de Marruecos,…
De izquierdas y orgulloso de llevar años luchando en la calle contra las reformas laborales, contra los recortes en Educación, Sanidad, Pensiones, contra los desahucios,…
De izquierdas y orgulloso de los sacrificios de compañeros detenidos durante huelgas y manifestaciones, de los compañeros que han puesto en peligro su vida como escudos humanos para denunciar genocidios en Palestina, en Siria, etc.
Orgulloso de pertenecer a la Izquierda Unida del Gerardo que volvió a la mina, del Julio que llamaban loco por los augurios que luego se han ido cumpliendo, de la Marina que con la valentía y el descaro propios de la juventud fue el azote del sinvergüenza de Fabra en Castellón, del Javier que nunca se ha dejado amedrentar y sigue condenando y exigiendo justicia para el asesinato de su hermano por los Estados Unidos en Irak, de la Lara que es la voz de los jóvenes mejor formados de nuestra historia que se han visto obligados a emigrar porque aquí les han robado el futuro, del Alberto que le dijo a Draghi a la cara que no le había elegido nadie, del Manu que fue tiroteado en Palestina por hacer visible la barbarie israelí, etc etc.
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