En caída libre
El Racing continúa su desmoronamiento en la clasificación tras la derrota ante el Tenerife (2-1)
El Racing queda muy tocado tras la derrota ante uno de sus rivales directos en la lucha por evitar el descenso, con el equipo a un sólo punto del desastre y las bajas ya conocidas del añorado Munitis (salvo para sus fieros detractores) y Óscar Serrano. La imagen en la primera parte no fue mala, pero tras el pruimer tanto del Tenerife, el equipo se desmoronó y en ningún momento dio sensación de poder remontar el resultado.
La primera parte fue ágil, los dos equipos eran conscientes de lo que se jugaban y no ahorraron esfuerzos en la contienda. El Tenerife se hizo con el primer tramo de la primera parte, un tramo lleno de imprecisiones en el pase y de protagonismo de Canales, que en dos ocasiones lanzaba el balón sobre la meta canaria con escasa fortuna.
El Racing se apoyaba en la solidez defensiva y en la buena colocación, en cuanto al ataque, la banda izquierda empezaba siendo la protagonista junto con los balones largos enviados para aprovechar la presunta velocidad de Tchité, quien no ganó casi ninguno de esta manera.
Cumplido el primer cuarto de hora, Coltorti salvaba el primero de los tinerfeños tras un saque de córner y como respuesta Canales inquietaba a la contra la meta isleña, sin saber en este caso resolver con acierto. Sin dejar pasar un minuto, el Tenerife probaba la solidez del palo derecho de Colcorti y el madero respondió: oportunidad perdida y susto para los cántabros.
A partir de aquí, el Racing mejoró en su juego combinativo de ataque, con Colsa siempre al mando bien secundado por Lacen y con la peligrosa aportación de Canales, quien en el 28 de juego intentaba irse de todos sin éxito desperdiciando una buena oportunidad a la contra.
Apenas un minuto más tarde, Arana peleaba un balón en la hasta entonces inédita banda derecha y penetraba solo en el área por la línea de fondo: cabeza levantada y balón al centro para que no culminaran ni Canales ni Tchité en la oportunidad más clara del Racing en ésta primera parte.
El Racing dominaba mientras el Tenerife se contentaba con el envío de balones aéreos al área santanderina, bien resueltos por zaga y portero. En ataque, Arana pecaba de individualista o de conocer demasiado bien a Tchité, pues se empeñó en resolver sólo un claro dos contra uno con la compañía del africano en el minuto 42.
Pero aún quedaba tiempo para más: Canales se quedaba sin sitio tras deshacerse del meta canario y no podía concretar la ocasión al marchársele la pelota fuera de los límites del campo. El Racing llegaba al final de los 45 minutos sin marcar pero con buenas sensaciones para la segunda parte. Y en el minuto de descuento sucedió lo de tantas veces esta temporada: enésimo balón colgado al área tras un saque de falta, salto estratosférico de Román y balón al fondo de las mallas de la meta de nuestro cancerbero gigante suizo, que nada pudo hacer por evitar el tanto canario. Nueva llamada a la remontada y ya son casi incontables en esta Liga, demasiado larga para el Racing…
Desastrosa segunda parte
Pero el gol hizo mucho, muchísimo daño a los cántabros. No les cayó encima un jarro de agua fría, que hubiera servido al menos para espabilar ante la calorina canaria, pero desactivó completamente a los cántabros.
El Tenerife salió con bravura, con ganas de resolver el encuentro y sólo el acierto de Coltorti pudo salvar lo que vendría después. El Racing era incapaz de sumar tres pases seguidos y de esa manera es lógico entender el dato de que no lanzó a puerta en toda la segunda parte más que una vez, la del gol. Coltorti empañó su completa actuación con un error absurdo, al no detener un fácil balón y cometer un claro penalti por agarrón al delantero rival que se encargaría de transformar de manera brillante Ayoze. Segundos antes Canales había abandonado el campo, en otra controvertida decisión de Portugal para dar entrada a Bolado.
El equipo de desmoronaba por momentos, los jugadores eran presas de los nervios y su única labor parecía ser la de correr tras la pelota, habida cuenta del buen trabajo de los canarios, que combinaron con acierto, supieron perder el tiempo lo suficiente y encima, de no haber sido por Coltorti, ampliar la ventaja. El gol de Xisco tras el error de Aragoneses, solidario con su homólogo suizo, sólo sirvió para maquillar una derrota que deja al equipo en una situación tremendamente difícil, aunque no terminal todavía.
La baja de Munitis está resultando ser, pese a quienes le han crucificado durante esta temporada, fundamental: el equipo no sabe competir sin el capitán, duela a quien duela a estas alturas. Pero el caso es que Pedro no jugará en lo que resta de temporada, y alguien tiene que tirar de este carro. Portugal tiene de aquí al miércoles la tarea de reconstruir este equipo, animarlo y hacerlo creer en sus posibilidades si no quiere verse en el pozo de la segunda categoría del fútbol español. La situación es muy difícil, con el descenso a un solo punto a tres partidos del final de la temporada, con los rivales en crecimiento y con un ambiente cada vez más turbio en el entorno racinguista.
Que Dios reparta suerte.
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