• 26 de abril de 2024

No hay agallas

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Por Elena Hernández Lauffer

Elena Hernández Lauffer{xtypo_dropcap}N{/xtypo_dropcap}os hemos acostumbrado a vivir muy bien y eso es lo que pasa.

Si retrocedemos una sola generación podremos ver cuantos y cuantos de nuestros padres o abuelos no han viajado jamás fuera de España. No conocen eso de un todo incluido en Punta Cana y ni tan siquiera muchos de ellos sabían eso de que era irse a veranear.
Muchos pasaron grandes penurias hasta lograr el tan deseado «seiscientos» con el que radiaban de felicidad.
No conocían eso de la llegada del viernes y por sistema salir a un maravilloso restaurante a cenar.
Las cenas eran en casa y los cines, sesiones de televisión junto al calor de hogar.
Las salidas a una terraza…¿existían las terrazas? ¿Los apartamentos de playa? ¿El turismo rural? ¿El camino de Santiago? ¿El interrail? ¿Los gastos de móvil? ¿Internet en casa? ¿Se iban a esquiar? Y nosotros ¿Íbamos a granjas escuela? ¿Nos costeaban la semana blanca? ¿Aprendíamos chino (lo último en esnobismo)? ¿Montábamos a caballo? ¿Teníamos pádel? ¿Nos reponían las bicicletas o los patines con facilidad? ¿Había chiquipark y pelotas multicolores? ¿Cuántos niños gozan de esos cumpleaños y cuántos lo celebran como antaño, en casa con piñata casera, patatas, aceitunas y sin necesitar de más?

Me gustaría saber cuantos de esos jóvenes manifestantes libres de cargas familiares han hecho el » petate» para buscar fuera las habichuelas. Exactamente como les tocó hacer a muchos de nuestros abuelos que tuvieron que emigrar.
Pero no, hoy uno no tiene el valor de salir de las faldas de papá y mamá porque en casa se vive de lujo y es difícil darse cuenta de que tenemos que renunciar a semejante tren de vida en el que andábamos montados .
Muchos seguro han tenido el valor, los que no tienen tiempo de manifestaciones ni esperan a que los políticos (ladrones la mayoría) les resuelvan un futuro incierto que no van a resolver, pues España queda sobradamente demostrado que está corrupta y además sin nada que llevarse a la «boca» puesto que la han vaciado los que ya se han marchado. Ahora, no teniendo suficiente con ello nos encontramos con esta población en edad de producir que no pudiendo decide solucionarlo yéndose a la Puerta del Sol a presumir de rastas, piercing, banderas republicanas, tatuajes y demás. Todo, menos coger «EL TORO POR LOS CUERNOS» .
Muchos de los que ahí se encuentran seguro son los que han proliferado por los trabajos emitiendo frases como: «Yo por sistema me cojo dos bajas al año».
Yo lo he escuchado y se me han puesto los pelos como «escarpias». También he vivido las bajas por depresión ficticias de compañeros que una vez conseguidas cual pócima mágica se curaban del mal de ir a «currar».
Ahora sufrimos las consecuencias de tanto sinvergüenza. Sinvergüenzas de ARRIBA y sinvergüenzas de ABAJO.
Y las sufrimos sobre todo los que no lo somos y trabajamos a destajo y aquellos que sin serlo y queriendo trabajar dedican horas y horas en la búsqueda de empleo, no en perder su tiempo en ir a Sol a manifestarse en pandilla mientras comparten canuto o se comen un bocata de calamar.
Por cierto, que empiecen por dejar de fumar que a cinco euros cajetilla, muy mal parece que no les va.
Elena Hernández Lauffer
Presidenta Comité de Empresa

Veinte años cotizados y CERO bajas laborales en toda mi vida. Y que sigamos como estamos.

 

David Laguillo
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David Laguillo

https://www.cantabriadiario.com

David Laguillo (Torrelavega, 1975) es un periodista, escritor y fotógrafo español. Desde hace años ha publicado en medios de comunicación de ámbito nacional y local, tanto en publicaciones generalistas como especializadas. Como fotógrafo también ha ilustrado libros y artículos periodísticos. Más información en https://www.davidlaguillo.com/biografia

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