Y ahora, a dar palos y detener periodistas
- Editorial
David Laguillo
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{xtypo_dropcap}A{/xtypo_dropcap}hora, cuando ya pasó el paréntesis de tensa cordialidad tamizada por la fecha de las pasadas elecciones, la Policía en Madrid se ha soltado la melena y ha vuelto a lo que mejor sabe hacer cuando les mandan apaciguar a los díscolos ciudadanos: dar palos para proteger el Estado inmovilista de las cosas, y achuchar al que saque los pies del tiesto.
La novedad viene cuando uno de los apaleados, y posteriormente detenido, es el periodista de LaInformación.com, Gorka Ramos. Se ve que molestaba por intentar informar. Mostramos nuestra total solidaridad con el periodista detenido y despreciamos la detención de profesionales de la información solo por hacer su trabajo. Reivindicamos el derecho a la libertad de información.
El estado de presunto derecho, además, tiene una brecha en este tipo de situaciones con las intervenciones de los cuerpos de antidisturbios de la Policía, ya que aunque están presuntamente obligados a llevar siempre su placa identificativa, en la realidad nunca la llevan y si alguien les pregunta su número de placa, pues igual hasta le detienen solo por preguntar o recibe algunos palos más.
Como prueba, en uno de los vídeos difundidos hoy una chicha es detenida por preguntar el número de placa a un agente. Entre tres machotes policías armados hasta los dientes, tiran al suelo a una peligrosísima muchacha que quizá pesa una cuarta parte de la mitad de una pierna de uno de los tres agentes que la están tirando al suelo, y la detienen entre los gritos de la chica insistiendo en pedir la identificación a la Policía. Esta es la democracia.
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