Así presionan las plataformas de reparto para evitar la sindicación de sus ‘riders’, según UGT
- Mundo digital
David Laguillo
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Las plataformas digitales son «una fuente de desregulación sin límites», valora el sindicato
La mal llamada «nueva economía colaborativa» ha generado nuevos tipos de empleo que son una fuente constante de polémica.
El sindicato UGT presentó hace pocos días su informe titulado «Análisis de la presión política y social de las plataformas de reparto», un extenso documento donde se analizan diversas tácticas de empresas como Deliveroo, Glovo, Uber Eats y Stuart para eludir las obligaciones laborales con sus repartidores (las empresas los llaman eufemísticamente «riders» o «colaboradores», evitando cualquier vinculación laboral incluso desde el lenguaje) pese a que, una y otra vez, la Justicia dictamina y declara a estos trabajadores como falsos autónomos.
En el informe, además, UGT describe las formas de ‘presión’ y técnicas que utilizan las plataformas para evitar que sus repartidores se sindiquen: tácticas que van desde la «represión sindical» contra CCOO, UGT y otros sindicatos, hasta la creación e impulso de asociaciones que, según UGT, podrían enmarcarse en la definición de «sindicato amarillo».
Con la explosión de toda una ‘economía de plataformas’ se ha llegado a una ‘revolución’ no necesariamente positiva, del mercado y la sociedad. Estas plataformas suelen presentarse como una ‘oportunidad revolucionaria, rápida y efectiva de ganar dinero’, de ‘transformarse en el propio jefe, a cambio de asumir los riesgos de la actividad y aventurarse en el mercado bajo la forma de un “colaborador”.
‘Así, de un momento a otro, comenzamos a ver trabajadores, que venían de las más variadas condiciones y disciplinas, operando como autónomos para intentar rentabilizar sus talentos, tiempo y bienes infrautilizados: una motocicleta para repartir, una habitación para ser anfitrión de huéspedes en tu propia casa, un coche para ser chófer, o la sola motivación para limpiar, cuidar o reparar’, describe el informe de UGT.
Pero lo que se esconde detrás de la presunta libertad de «sé tu propio jefe» es, en muchos casos, una precariedad laboral y una absoluta falta de derechos en la relación con la empresa empleadora.
En el caso de las plataformas de reparto, encabezadas por Deliveroo, Glovo, Uber Eats y Stuart, caen a juicio de UGT «en prácticas abiertamente ilegales». ‘La ilegalidad principal y más sonada ha sido mantener a los repartidores como falsos autónomos de modo generalizado y extendido’, actuando como la piedra angular sobre la que
se construyó la expansión del modelo económico de las plataformas.
Contra este modelo de trabajo como falsos autónomos, las plataformas han recibido el varapalo de más de 40 sentencias -de juzgados de lo Social, Superiores de Justicia de diferentes CC.AA. y del Tribunal Supremo- por haber instaurado ‘un sistema de trabajo fraudulento que les permite contar con trabajadores a coste cero, mientras al mismo tiempo se apropian de los enormes beneficios’.
‘A pesar de esto, no han cambiado ni dejado de operar. Más bien al contrario, dieron paso a una batalla en todo tipo de medios para forzar las cosas y llevar la ley a su favor’ opina UGT. Así, cuando se vieron ‘acorraladas’ por las diversas sentencias y el anuncio por parte del Gobierno sobre la regulación del sector, las empresas acudieron a un recurso de legitimación inesperado: si la sociedad no les daba la razón y los tribunales sentenciaban en contra de su modelo, ‘debían ser los propios repartidores quienes levantaran la voz apoyándolas, pidiendo por favor seguir trabajando
como autónomos’.
En el informe de UGT se detalla la ‘presión’ que han ejercido en el colectivo de repartidores en
busca de dar paso a un movimiento que las respaldara: las asociaciones pro-plataformas. UGT valora que se trata de un grupo de trabajadores que ‘defiende a rajatabla el modelo instaurado por las empresas y que intentan impedir cualquier introducción de normas mínimas en el sector’.
Bajo esa meta, han librado una ‘intensa’ campaña para ‘imponer’ una verdad específica: ‘la ley los precarizará y les quitará el empleo. Para ello, han estado dispuestas a utilizar todo tipo de medios, cayendo deliberadamente en la persecución y represión sindical’.
El sindicato denuncia que estas empresas han ido ‘creando asociaciones en torno a grupos de trabajadores afines, dispuestos a defender este modelo liberal y abusivo, intentando legitimar la desregulación laboral de las plataformas con las personas repartidoras’.
Ante la crisis generalizada del mercado laboral, las plataformas han logrado generar un escenario donde el trabajo ‘precario y fraudulento’ parece una opción viable. Esto les ha permitido plantear que la regulación sería una ‘amenaza’ para la única fuente de ingresos a la que pueden acceder los repartidores y repartidoras.
UGT explica que la creación de asociaciones pro-plataformas es parte de una ‘pauta de acción prefijada en las empresas de este tipo, incluso hay documentos que especifican cómo formarlas, financiarlas y qué objetivos deben buscar. No son, claro está, el producto de la acción independiente de los trabajadores. Su aparición y desarrollo ha sido cuidadosamente tutelado por las empresas’, sentencia.
«El problema está en los medios que se han puesto en marcha para lograrlo: campañas de miedo entre los trabajadores, amenazando con despidos masivos (las plataformas lo llaman «desconexión»); desinformación; oferta de mejoras en las condiciones de trabajo; persecución y represión sindical. Tácticas que constituyen una clara vulneración a la libertad sindical y el derecho a huelga», agrega UGT.
Descarga aquí el informe completo https://www.ugt.es/sites/default/files/analisis_presion_politica_social_plataformas_reparto-informe.pdf
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