• 20 de abril de 2024

«Predatory journals»: así se cuela la falsa ciencia en los medios de comunicación

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En la imagen el proceso de vacunación en el Palacio de Exposiciones de Santander
En la imagen el proceso de vacunación en el Palacio de Exposiciones de Santander

Voy a empezar el artículo pidiendo disculpas por usar los términos en inglés «Predatory journals» en el titular.

La traducción más fiel al español sería «revistas depredadoras», pero lo cierto es que el término más extendido en la comunidad científica es en inglés: «Predatory journals».

La pandemia de COVID-19 ha supuesto una auténtica revolución en términos de comunicación, ciencia y salud. Ante un nuevo virus, una pandemia y las muchas incertidumbres y caos a su alrededor, un amplio abanico de «listos» han hecho su particular agosto para vender falsas curas del coronavirus, y en ese peligroso juego han entrado con fuerza las llamadas «predatory journals».

Estas revistas depredadoras, cuyo valor científico y prestigio tiende a cero, ya eran un problema global para la ciencia desde hacía décadas, pero la pandemia del coronavirus ha hecho que su turbio papel tenga un triste y mayor protagonismo.

El término «predatory journals», acuñado por Jeffrey Beall, describe a las revistas ‘depredadoras’ como publicaciones que se presentan como científicas pero que, en realidad, no respetan el método científico de cualquier publicación prestigiosa revisada por pares ciegos.

Las «predatory journals» publican cualquier cosa previo pago

Se trata de publicaciones espurias que cobran a los autores por publicar y, en muchos casos, no realizan la más mínima revisión ni control de calidad de lo que se publica, o fallan estrepitosamente en los más básicos controles editoriales: cualquiera que pague puede publicar lo que sea, por disparatado que sea el tema, desde experimentos con errores metodológicos de mala ciencia, hasta falsa ciencia o incluso pseudociencias.

La revisión por pares ciegos consiste en que varios científicos, especialistas en el tema de la publicación, leerán el manuscrito original sin saber quiénes son los autores. Además, los diversos revisores no se conocen entre sí, de ahí la definición de revisión por «pares ciegos». Aunque el sistema no es perfecto, mediante la revisión por pares se garantiza de cierta forma que el artículo científico respeta las normas del juego, respeta la metodología científica y se basa en buena ciencia.

La revisión por pares ciegos supone el primero de los filtros para evitar que la falsa ciencia, la mala ciencia y las pseudociencias se publiquen en las revistas científicas prestigiosas y después se difundan de forma masiva en los medios de comunicación, y de ahí al mundo a través de un universo telemático cada vez más interconectado.

Esto no significa que algunas revistas científicas prestigiosas, alguna vez, hayan publicado artículos de mala ciencia pero, al menos, se garantiza que no se utiliza el método de las revistas depredadoras como mera herramienta de negocio e intoxicación de la ciencia.

Las revistas depredadoras son una amenaza tanto para los propios autores como para la ciencia en general y la pandemia ha dejado dos claras muestras: en 2021, la revista Vacunas publicada por la controvertida empresa MDPI (considerada ‘depredadora’ por varias fuentes) tuvo que retractarse de un artículo que llegó a la falsa conclusión de que las vacunas para COVID-19 «carecían de un claro beneficio». La publicación de este artículo generó la dimisión de varios editores del consejo de la revista.

El otro ejemplo está relacionado con el dióxido de cloro, también conocido como MMS/CDS, un producto desinfectante para superficies que algunos, como la secta Genesis II y varios charlatanes, promocionan como falsa cura para COVID-19, pese a estar expresamente prohibido para consumo humano por su peligro y toxicidad. Una de esas dudosas revistas publicó un artículo, pagado, en la que se llegaba a conclusiones disparatadas sobre el tóxico brebaje que ha causado varias muertes en diversos puntos del planeta.

Así las cosas, las revistas falsamente científicas se han convertido en un problema global en el que se mezclan intereses comerciales, egos y necesidad de autopromoción de científicos de bajo nivel, y también son peligrosos canales para la difusión en los medios de comunicación masivos de mala ciencia y pseudociencias.

David Laguillo
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David Laguillo

https://www.cantabriadiario.com

David Laguillo (Torrelavega, 1975) es un periodista, escritor y fotógrafo español. Desde hace años ha publicado en medios de comunicación de ámbito nacional y local, tanto en publicaciones generalistas como especializadas. Como fotógrafo también ha ilustrado libros y artículos periodísticos. Más información en https://www.davidlaguillo.com/biografia